21 Así pues, Antíoco, llevándose del Templo 1.800 talentos, se fue
pronto a Antioquía, creyendo en su orgullo que haría la tierra navegable y el
mar viable, por la arrogancia de su corazón.
22 Dejó también prefectos para hacer daño a la raza: en Jerusalén a
Filipo, de raza frigia, que tenía costumbres más bárbaras que el le
había
nombrado;